miércoles, 17 de octubre de 2012

MARIANO FERREYRA, DIARIO DEL JUICIO: Día 28


Severo y después


La declaración de Alfonso Severo había generado una enorme expectativa, luego del resonante episodio de su desaparición la semana anterior, que tuvo al país en vilo durante veinticuatro horas.



El nombre de Severo comenzó a circular en los medios de prensa al día siguiente del crimen de Mariano. Severo –un ex gerente de Ferrobaires despedido y desalojado de su oficina por asalto- denunció que en la madrugada del 21 de octubre de 2010, un grupo de desconocidos baleó el frente de su casa, en la localidad de Sarandí, y que ese atentado estaba conectado con el crimen de Mariano.



Al declarar ante la fiscal Cristina Camaño, Severo aportó detalles de la estructura mafiosa que tiene por base la empresa Ferrobaires y señaló la existencia de depósitos de armas en diversas oficinas de la estación Constitución; también afirmó que el día anterior al crimen de Mariano, Humberto Martínez –secretario general de la seccional sur de la UF- convocó a una reunión en la que llamó a impedir el corte de vías en Avellaneda. Por último, Severo aportó una nota anónima que le fuera depositada en el buzón de su casa, que rezaba (textualmente) lo siguiente:



“Gabi Sánchez (guarda) tiro al piso, dueño de arma. Tano Carnevale convocó a la marcha. C/barba candado le disparó a Ferreyra. Pablo Díaz pagó a los que fueron a Avellaneda. Fueron convocados por Martínez, Pablo Díaz, Fernández, Maldonado, c/una mujer que está en Ferrobaires y (ilegible) el entrepiso UF”. Estos mismos elementos fueron surgiendo en el curso de la investigación a partir de diversos testimonios y otros elementos de prueba.



Su desaparición creo expectativas sobre su declaración. Acerca de ese episodio, el gobierno hizo correr al principio la versión de que se trataba de un “autosecuestro”. Al mismo tiempo, el ministro de Justicia, Julio Alak, declaraba que debían investigarse “todas las hipótesis”. Tras su reaparición y su proclama de apoyo al kirchnerismo, los voceros oficiales pasaron a elogiar a Severo y –más sorprendente aun- a vincular su desaparición con la aplicación de la ley de medios y la disputa con Clarín. El episodio en cuestión sigue sin esclarecerse.



Algunos medios se refirieron a Severo como “un testigo clave”. Lo que Severo declaró no trajo mayores novedades. Introdujo algunos cambios respecto a su primera declaración (la reunión previa al 20 de octubre del 2010 no se habría realizado en oficinas de Ferrobaires sino en el Museo Ferroviario de Avellaneda) e hizo algunos señalamientos generales. Entre sus puntualizaciones, dijo tener conocimiento de que a Alejandro Benítez –el “testigo protegido” que llegó a la causa de la mano del intendente de Quilmes y que habría formado parte del grupo de choque de la patota- lo convocó el delegado Carnovale (´venite a Avellaneda que vamos a sacar a estos zurdos´). Reiteró la descripción de la mafia que anida en Ferrobaires y que encabezan Humberto Martínez, Norberto Saldaña, Daniel Hess y “Chuly” Carruega –ninguno de ellos hasta ahora fue ubicado en el lugar de los hechos- y dio un par de definiciones: “todo el armado de patotas y bandas viene de años”; “Pedraza tuvo una responsabilidad o irresponsabilidad después del ’90, de querer ser empresario, eso llevó a la pérdida de 50 mil empleos y a la tercerización”; “los trabajadores no fuimos defendidos por el sindicato” cuando se privatizó el ferrocarril.



La declaración de Severo deja planteadas dos cuestiones, que son responsabilidad del Estado: una, la investigación sobre las bandas que se cobijan en la estructura de Ferrobaires; dos, el esclarecimiento completo y certero del episodio de su desaparición.



Los otros testimonios



Luego de Severo, declararon tres testigos más: Susana Planas –empleada del Belgrano Cargas y apoderada de la ´cooperativa´ Unión del Mercosur-, Patricia Carabajal –delegada ´verde´ del Roca- y Lucas Lescano –un joven que fue convocado el 20 de octubre de 2010 a las vías para “tocar el bombo” a cambio de $50.



Los tres testigos, vinculados con la patota, se metieron en un atolladero de mentiras y excusas cuyo alcance (y consecuencias) serán considerados en el curso de las próximas audiencias.



Susana Planas mintió sobre las “gestiones” que realizaba la Unión Ferroviaria para lograr el pase a planta de los tercerizados. Junto al abogado Freeland, protagonizaron un papelón de película al exhibir actas que supuestamente apoyaban sus dichos. La única ´prueba´ que pudieron desempolvar fue un escrito del año 2006, anterior al ingreso de Ugofe a la gestión del ferrocarril y a la formación de la ´cooperativa´ Unión del Mercosur. La testigo trató de cubrir esto con parloteo, sin poder aportar una sola precisión. Planas también reconoció el empleo de varios familiares de Pedraza en ese ´cooperativa´ -que funcionaba en un inmueble, también propiedad de la familia Pedraza-, por salarios que sextuplicaban el de un obrero tercerizado. Cuando la cooperativa ´Unión del Mercosur´ fue allanada por la policía, Pedraza estuvo personalmente desesperado por comunicarse con ella para conocer los resultados de la pesquisa y poder prever sus implicancias.



El punto culmine de este lamentable (y macabro) paso de comedia fue cuando Planas reconoció que había asistido a por lo menos dos de las audiencias como parte del público, algo prohibido para los testigos antes de que presten declaración. Es probable que a raíz de esto, su testimonio resulte nulo.



Patricia Carabajal -amiga de Karina Benemérito, miembro del secretariado nacional de la UF, que declaró la semana pasada- no pudo remontar el enredo en el que se metió su ´comadre´ al intentar justificar los cruces de llamados entre Fernández y otros miembros del secretariado nacional con la patota, mientras se producía la agresión.



Carabajal negó conocer a Favale. Sin embargo, se reconoció a sí misma en una fotografía junto a Pablo Diaz, en el acto de River convocado por Moyano, donde habló Cristina Fernández, pocos días antes del crimen de Mariano. En esa fotografía, Favale se encuentra a pocos metros de ella, con chaleco de la Unión Ferroviaria.



Finalmente, el testigo Lescano mintió de punta a punta. Eludió cuatro citas a prestar declaración en fiscalía, durante la instrucción. El seguimiento de su teléfono lo ubica junto a Favale en un largo recorrido a través de la zona sur hasta Barracas. Además, registra con Favale 36 llamadas salientes y 32 entrantes. El 20 de octubre de 2010, por la noche, envió un mensaje de texto a su novia, en el que le decía “no sabes amor el bondi en el que me metí. Estuve en capital con los que mataron al pibe este”.



Sin embargo, Lescano declaró que no conocía a Favale; que concurrió porque se lo propuso un amigo apodado “Chavo” -al cual no ve desde hace dos años- para ir a tocar el bombo a cambio de 50 pesos, que el teléfono, aunque estuviera registrado a su nombre lo utilizaba su padre, quien, según afirmó, tampoco conoce a Favale…



Lescano dijo que para octubre de 2010, su padre trabajaba como camionero y que él se encontraba desempleado. Curiosamente, sacó un teléfono a crédito a su nombre para entregárselo a su padre… ¿No son demasiados cabos sueltos?



Por lo demás, relató que llegó en un micro alquilado especialmente para concurrir a Barracas, que ese micro estaba repleto de gente que no era ferroviaria, que nunca se movió del puente ferroviario, que vio un cordón policial en las inmediaciones, ubicado sobre una calle transversal (“quedate tranquilo que no van a intervenir”, escuchó) y describió cuando la patota emprendió la carrera contra la columna. “Se agarraron a tres cuadras. Yo no vi ni escuché nada. Cuando volvieron, comentaban ´cómo les dimos´ y cosas así”.



El último testigo previsto era Humberto Martínez, el secretario general de la seccional sur de la Unión Ferroviaria. Fue imposible hacerle llegar la notificación oficial ya que no se encontraba en ninguno de sus domicilios declarados. No se presentó a la audiencia. La fiscal María Luz Jalbert decidió finalmente desistirlo.



Las audiencias continuarán este jueves. El sábado 20, al cumplirse el segundo aniversario del crimen de Mariano, sus compañeros, amigos y familiares nos movilizaremos a la Plaza de Mayo para reclamar justicia por Mariano y perpetua para José Pedraza.


Para comunicarse: potigre@yahoo.com.ar
Luis Antón: 1561076227
Martín Silva: 1569464740

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