El gobierno de Mauricio Macri ha adelantado el propósito de restringir la atención de los pacientes del Gran Buenos Aires en los hospitales públicos de la ciudad, en nombre de una mejor salud para los “porteños”. La mano derecha de Scioli ha denunciado a la vez al intendente por el envío de toneladas de basura de los “porteños” sin preocuparse por su destino y tratamiento.
¿Macri y Scioli preocupados por la salud pública y la depredación ambiental?
En la provincia de Felipe Solá y Daniel Scioli varias intendencias, San Isidro y Vicente López entre las mas relevantes aplican el mismo criterio que pretende imponer Macri frente a habitantes de otros distritos. Es decir, lo que planea hacer Macri en la Ciudad es política en la provincia.
En la provincia de Buenos Aires los hospitales públicos se han convertido en centros en los que se cierran salas de internación, se suspenden cirugías, pruebas diagnósticas o procedimientos programados. Se carece de medicamentos, de insumos, de personal profesional y técnico, de salas y equipamientos hospitalarios. La regla de diez pacientes por enfermero es sistemáticamente violada y la penuria para lograr un turno que, en muchos casos, puede significar una atención inútil por el tiempo transcurrido, es moneda corriente.
Los hospitales (y el conjunto del sistema público de salud) constituyen una variable de “ajuste” cuyo presupuesto es fijado desde arriba, al margen de cualquier deliberación de quienes sostienen sobre sus espaldas un sistema al borde del colapso.
Las tendencias a la “descentralización”, es decir, a “tirarle” el “gasto” de salud a los municipios son cada vez más fuertes con el desenlace que todos intuyen. La contrapartida de este hundimiento es el progreso sistemático del negocio capitalista de la salud, con lo que tenemos el cierre del círculo: medicina asistencial o de mierda para los pobres y medicina de calidad para quienes puedan pagarla.
Esto en la provincia de Scioli. ¿Pero acaso no existe sólo una diferencia de grado con la política de asfixia y privatización de la salud bajo los gobiernos de Telerman y Macri? ¿Cuánto de lo que el presupuesto de la Ciudad determina para el sostenimiento de los hospitales se va en medicamentos dolarizados respecto a la devaluación del 2001, que explican las ganancias millonarias de la industria farmacéutica, o por la vía de la tercerización de servicios a empresas privadas?
En materia de basura: acaso Scioli o Macri son partidarios de intervenir las empresas que son responsables de la mayor depredación ambiental o garantizar las cloacas y el agua potable a todos los vecinos alojados a la vera del Riachuelo?
Ni lo uno ni lo otro.
Macri y Scioli son partidarios del vaciamiento del hospital público, una exigencia del gran capital para viabilizar y tornar rentables los programas en curso de privatización de la salud. El punto final de este proceso es la privatización del propio hospital público, a través de mecanismos abiertos o encubiertos de arancelamiento y/o de tercerización que generan nuevos negocios privados a costa del presupuesto público.
La gran virtud de este debate es que permite sacar a luz la realidad de la salud pública y la situación ambiental y contrastarla con la impostura de políticos quebrados y que no tienen nada que ofrecer.
El PO plantea:
1. Ingreso a la carrera profesional, nombramiento y titularización de los profesionales necesarios.
2. Nombramiento del personal técnico – enfermeros (a razón de uno cada diez pacientes) radiólogos, oxigenistas – necesario para cubrir los requerimientos del Hospital.
3. Prohibición de tercerizaciones o arancelamientos sin excepción.
4. Salas de atención médica primaria en cada barrio, con atención gratuita en clínica general y pediatría durante las 24 horas.
5. Incorporación de todos los adicionales no remunerativos a los básicos. Salario mínimo al nivel de la canasta familiar y ajuste por inflación.
6. Constitución de un Comité de Control de la Salud en cada distrito, integrado por representantes electos de los trabajadores de la salud en sus diferentes niveles – profesionales, enfermeros, técnicos, administrativos – por delegados de base de las organizaciones gremiales y por representantes de los barrios electos en asambleas vecinales. La función de este Comité será:
a) realizar un relevamiento de todas las necesidades del sistema de salud, que sea la base de los reclamos en materia de presupuesto,
b) controlar el funcionamiento e instalación de las Salas de atención primaria en todos los barrios,
c) controlar el conjunto de compras y licitaciones que involucren al sistema de salud,
d) controlar el ingreso de todo el personal necesario para atender los requerimientos de toda índole,
e) controlar la ejecución del presupuesto del hospital y el funcionamiento de ingresos y egresos de todo orden,
f) impulsar la convocatoria de la asamblea general que tenga por fin votar el presupuesto de salud pública que será exigido a la provincia.
7. Recuperación de las organizaciones gremiales en función de esta política. Independencia respeto de los gobiernos y el estado.
8. Plan de salud, único, público y gratuito, de acceso universal a la población, financiado en base a un impuesto a la riqueza de las grandes industrias y emprendimientos, en particular de la industria farmacéutica.
9. Plan de lucha.
28 de diciembre 2007
Comunicarse: Luis Antón (15) 5795-4670
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